En la organización del trabajo juegan un papel importante, la fisiología del trabajo entendida como la disciplina que estudia al hombre en el trabajo (su actividad física, muscular, mental, el impacto medioambiental) y la ergonomía, como conjunto de conocimientos aplicados para que el trabajo, productos y ambientes se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de la persona.
Llamamos “condiciones
de trabajo” al conjunto de variables laborales que pueden influir en la
interrelación trabajo-salud. Puesto que cada una de dichas variables es, en principio,
susceptible de producir daños a la salud de los trabajadores, es común
denominarlas también: “factores de riesgo laboral”.
Nos centraremos
en dos de los grupos reconocidos de factores de riesgo:
CARGA DE TRABAJO
Los factores de
riesgo asociados a la carga de trabajo incluyen las exigencias psicofísicas que
la tarea impone a la persona que la realiza: esfuerzos, manipulación de cargas,
posturas de trabajo, niveles de atención, etc., relacionados con cada tipo de
actividad. Se analizan para poder determinar la carga de trabajo, tanto física
como mental, del puesto de trabajo.
Carga física
La carga física
de trabajo se entiende como el conjunto de requerimientos físicos a los que se
ve sometida la persona a lo largo de su jornada laboral, actividad física que
requiere un consumo cuantitativo de energía que se denomina “metabolismo de
trabajo”. La carga física cualitativa en relación con el trabajo puede ser por
esfuerzos, posturas y movimientos repetitivos.
Carga mental
Definida en
función del número de procesos requeridos para realizar correctamente una tarea
y, sobre todo, en función del tiempo necesario para dar respuesta a una
información recibida.
Esta definición
incluye los factores de la tarea que inciden en la carga mental, como son:
• La cantidad y calidad de
la información.
• El tiempo disponible.
A estos
factores hay que añadir los relativos a las condiciones físicas (ruido,
temperatura, iluminación) y fenómenos psicosociales (relación jerárquica,
sistema de comunicación, etc.) en los que se desarrolla el trabajo, así como
otros de origen extra laboral.
Por otro lado,
hay que tener en cuenta, factores como:
• La edad.
• El nivel de aprendizaje.
• El estado de fatiga.
• Las características de
personalidad.
• Las actitudes hacia la
tarea: motivación, interés, satisfacción.
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
Los factores
organizativos y estructurales presentes en el trabajo más destacables por su
incidencia sobre la salud de los trabajadores podemos clasificarlos en los
siguientes apartados:
Factores relativos
a la distribución del tiempo de trabajo (relacionados con la carga de trabajo):
- La jornada de trabajo.
- Los ritmos de trabajo.
Factores
psicosociales de organización:
- Comunicación y
relaciones.
- Estilo de mando.
- Contenido de trabajo
(variedad, riqueza, estímulos, creatividad, iniciativa, etc.).
- Estatus socio laboral y
expectativas, etc.
La manera en la que estos factores organizativos repercuten en la persona trabajadora varía en función de sus características personales, tales como:
• Cultura (con aspiraciones
profesionales y motivaciones).
• Capacidades y actitudes.
• Personalidad y/o
temperamento.
• Estabilidad, entorno
familiar y social.
• Estado de salud.
• Edad.
Aspectos psicosociales a nivel laboral
Basado en la
propia concepción de la salud: el bienestar definido y buscado no es sólo
físico, sino también psíquico y social. El trabajador, se crea necesidades,
expectativas, aspiraciones, etc., que van a condicionar su comportamiento en el
trabajo.
En la
interacción entre la persona y las características del entorno socio laboral se
desarrolla el concepto de factores de riesgo psicosocial que acaban por afectar
al resultado y eficiencia de los sistemas de trabajo.
Para valorar
estos factores, tratamos de encontrar indicadores de riesgo para poder actuar y
revisar el sistema de prevención.
Para obtener
indicadores recurrimos a la recogida y análisis de datos, bien personales
(de cada trabajador), bien organizativos.
El estado de
salud, en una colectividad laboral, se va a poder deducir de la cantidad de
sujetos que sufren de alguna manera “malestar” (físico o psicológico) en
su puesto de trabajo. La forma de analizar esas manifestaciones de malestar es
a través de cuestionarios personales de síntomas.
Algunas de las
anomalías o síntomas relacionados con la organización y la carga de trabajo las
podemos resumir en los siguientes puntos:
Desde el punto de vista de la organización:
• Absentismo, producción
escasa y de mala calidad, siniestralidad, averías, conflictos internos,
violencia, etc.
Desde el punto de vista de la carga de trabajo:
• Por exceso o defecto,
tanto en la calidad como en la cantidad, causan repercusiones físicas y
mentales. Un síntoma importante del estado de salud es el dolor, generalmente
de tipo físico o musculoesquelético, pero otras veces existe un componente
mental, localizado en diferentes partes del cuerpo.
• La fatiga física o la
psíquica, muy interrelacionadas, pueden ser ocasionales o fisiológicas,
pudiendo desembocar en una disminución de la atención, enlentecimiento del
pensamiento, disminución de la motivación, pero también esta fatiga puede
prolongarse o perpetuarse en el tiempo, apareciendo un estado de fatiga crónica
difícil de recuperar y tratar.
Todas estas
situaciones dependientes de la carga de trabajo, y de la organización del
trabajo pueden desencadenar en lo que llamamos estrés.
EL ESTRÉS
Puede ser
definido como el proceso que se inicia ante un conjunto de demandas ambientales
que recibe el individuo, a las cuáles debe dar una respuesta adecuada, poniendo
en marcha sus recursos de afrontamiento. Cuando la demanda del ambiente
(laboral, social, etc.) es excesiva frente a los recursos de afrontamiento que
se poseen, se van a desarrollar una serie de reacciones adaptativas, de
movilización de recursos, que implican activación fisiológica. Esta reacción de
estrés incluye una serie de reacciones emocionales negativas (desagradables),
de las cuáles las más importantes son: la ansiedad, la irritación y la
depresión.
Como vemos el
término estrés se aplica generalmente a las presiones que las personas tienen
en su vida diaria. Se manifiesta como una descarga en nuestro organismo
producto de la acumulación de tensión física o psicológica. Podríamos decir que
es la respuesta del organismo para adaptarse a una nueva situación. En este
proceso participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, incluidos
sistema nervioso, circulatorio, digestivo y musculo esquelético.
El estrés puede
generar un resultado positivo o negativo, el estrés positivo es la energía que
motiva a las personas para hacer diferentes cosas y el estrés negativo es el
que produce daño a nuestro organismo.
El estrés
es un fenómeno psicosocial que constituye el segundo problema de salud más
común entre los trabajadores después del dolor de espalda. Puede provocar los
siguientes síntomas:
• Inestabilidad emocional:
irritabilidad, ansiedad y depresión.
• Alteraciones del sueño y
del apetito.
• Alteraciones
psicosomáticas: mareos, cefaleas, alteraciones cardíacas, digestivas,
sudoración e hiperventilación.
Efectos derivados
La ejecución de
un trabajo implica el desarrollo de unas operaciones motoras y unas operaciones
cognitivas. El grado de movilización que el individuo debe realizar para
ejecutar la tarea, y los mecanismos físicos y mentales que debe poner en juego
determinarán la carga de trabajo.
La ejecución de
un trabajo cubre un doble fin: por una parte conseguir los objetivos de producción;
por otra, desarrollar el potencial del trabajador. Es decir, que, a partir de
la realización de la tarea, el individuo puede desarrollar sus capacidades. En
estos términos no suele hablarse del trabajo como una "carga".
Normalmente este concepto tiene una connotación negativa y se refiere a la
incapacidad o dificultad de respuesta en un momento dado; es decir, cuando las
exigencias de la tarea sobrepasan las capacidades del trabajo.
En este sentido
la carga de trabajo viene determinada por la interacción entre:
El nivel de
exigencia de la tarea (esfuerzo requerido, ritmo, condiciones ambientales...).
El grado de
movilización del sujeto, el esfuerzo que debe realizarse para llevar a cabo la
tarea determinado por las características individuales (edad, formación,
experiencia, fatiga…)
La inadecuada
carga de trabajo respecto a las características de la persona trabajadora
y de la tarea conducirán a la aparición de una fatiga precoz e incluso
acumulativa (no recuperable con el descanso habitual) que, aparte de las
consecuencias físicas en enfermedad u organizativas de pérdida de eficiencia,
ubican al trabajador en una posible situación de susceptibilidad al accidente,
tanto propio como de terceras personas que dependan de él.
La repercusión
de estos factores enumerados se produce según las características individuales
o personales del trabajador, algunas de las cuales son externas al propio
individuo (el entorno sociocultural, su entorno familiar, ocio) y otras
estrictamente personales (personalidad, actitudes, motivaciones).
La principal
consecuencia negativa individual de los factores psicosociales inadecuados es
el estrés relacionado con el trabajo, que va a producir una serie de
manifestaciones personales en las esferas cognitiva (confusión, dificultad de
decisión, bloqueo mental, olvidos, etc.), emocional (inquietud, ansiedad,
desasosiego, inseguridad, ira, depresión) y conductual (agresividad,
alteraciones de la alimentación, consumo abusivo de sustancias, absentismo,
etc.), todo ello sin olvidar la raíz psicosomática de múltiples cuadros de
enfermedad (cefaleas, alteraciones músculoesqueléticas, diarreas,
alteraciones gástricas, trastornos del sueño, trastornos cardíacos, impotencia,
etc.).
Situaciones
relacionadas con el estrés laboral son el síndrome de quemarse en el trabajo
(“burnout”), el acoso psicológico laboral (“mobbing”), el acoso sexual, la
violencia en el lugar de trabajo o la adicción al trabajo.
Definimos estas dos situaciones:
El mobbing es aquel comportamiento
negativo entre compañeros o entre superiores o inferiores jerárquicos, a causa
del cual el afectado es objeto de acoso y ataque sistemático durante mucho
tiempo, de modo directo o indirecto, por parte de una o más personas, con el
objetivo y/o efecto de "hacerle el vacío".
El síndrome de burnout (también
llamado síndrome de desgaste profesional síndrome del trabajador
desgastado o incluso síndrome de quemarse por el trabajo) es un
padecimiento que consiste en la presencia de una respuesta prolongada de estrés
en el organismo ante los factores emocionales e interpersonales que se
presentan en el trabajo, que incluye fatiga crónica e ineficacia. Se suele
presentar en aquellas situaciones laborales en las que los excesivos niveles de
exigencia ya se han vuelto un hábito inconsciente e incluso socialmente
valorado.
Valoración condiciones de trabajo
Existen una
serie de métodos y cuestionarios que nos ayudan a valorar la carga de trabajo
de las distintas tareas que se realizan durante el trabajo.
En ellos se valora, la carga física, la carga mental, el entorno físico de trabajo, los aspectos psicosociales, el tiempo de trabajo (horarios-turnos),
En resumen tratan de analizar las condiciones de trabajo.
Se citan a continuación algunos de ellos:
En ellos se valora, la carga física, la carga mental, el entorno físico de trabajo, los aspectos psicosociales, el tiempo de trabajo (horarios-turnos),
En resumen tratan de analizar las condiciones de trabajo.
Se citan a continuación algunos de ellos:
Método objetivo LEST (Laboratorio de Economía y
Sociología del Trabajo)
Método objetivo RNUR o de perfiles de puestos (Renault)
Método subjetivo ANACT
(Análisis Condiciones de Trabajo)
El análisis ergonómico del
puesto de trabajo (EWA) o los métodos españoles de FAGOR y MAPFRE o el método
ERGOS.
Test de Salud Total
Indicadores de carga física
Indicadores de carga mental
Valoración del ámbito psicosocial
• El
método “Factores psicosociales. Método de evaluación”, del Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). El método estudia los siguientes
factores: carga mental, autonomía temporal, contenido del trabajo,
supervisión-participación, definición de rol, interés por el trabajo y
relaciones personales. Ha sido concebido para obtener valoraciones grupales de
trabajadores en situaciones relativamente homogéneas; se pretende conocerla situación
de una serie de factores que afectan a un área organizativa (departamento,
sección, grupo de trabajo...) compuesta por varios trabajadores.
• El ISTAS21 (del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud) es una técnica de evaluación de riesgos laborales de naturaleza psicosocial, adaptación al castellano del Cuestionario Psicosocial de Copenhague (CoPsoQ). Este instrumento está diseñado para identificar y medir la exposición a seis grandes grupos de factores de riesgo para la salud de naturaleza psicosocial en el trabajo Es una metodología que tiene dos versiones “utilizables”, que se adecuan al tamaño de la empresa, institución o centro de trabajo.
• El ISTAS21 (del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud) es una técnica de evaluación de riesgos laborales de naturaleza psicosocial, adaptación al castellano del Cuestionario Psicosocial de Copenhague (CoPsoQ). Este instrumento está diseñado para identificar y medir la exposición a seis grandes grupos de factores de riesgo para la salud de naturaleza psicosocial en el trabajo Es una metodología que tiene dos versiones “utilizables”, que se adecuan al tamaño de la empresa, institución o centro de trabajo.
Tanto un método
como el otro están en continua evolución y adquiriendo nuevas dimensiones para
mejorar, y que los resultados sean lo más identificable con la realidad
laboral, de forma que durante el año 2011 se prevé que se dispondrá de una
versión más actualizada de cada uno de los métodos.
Prevención: diseño puestos de trabajo
La concepción y
diseño ergonómico del puesto de trabajo (ergonomía preventiva) tiene como
finalidad adecuar los elementos constitutivos del mismo (espacio, equipos y
ambiente) a las características del usuario y a los requerimientos de la tarea.
El diseño de
lugares y puesto de trabajo aborda los siguientes aspectos: diseño de accesos,
superficies y espacios de trabajo, postura corporal, diseño del mobiliario de
trabajo (asientos, mesas, etc.) y equipos de trabajo (“cualquier máquina,
aparato, instrumento o instalación utilizado en el trabajo”), medios de
señalización y control, diseño del entorno ambiental y de la organización de
trabajo (actividades y procesos).
La distribución
geométrica de un espacio de trabajo estará condicionada por la propia dimensión
física del trabajador que vaya a ocuparlo, objeto de medición con la técnica
antropométrica. Esa dimensión física humana será considerada tanto en sus
aspectos estáticos como dinámicos (movilidad). Existen unas normas que
determinan las dimensiones del cuerpo humano útiles al diseño.
La posición de
trabajo (postura) es un elemento esencial del trabajo; las posturas de trabajo
más comunes son de pie o sentado. En función de ellas utilizamos distintos
parámetros espaciales para diseñar las superficies de trabajo y apoyo (mobiliario).
Existen unas
normas para decidir la postura de trabajo más apropiada, que se determina por
la naturaleza de las tareas que se han de desempeñar.
En cualquier
caso, siempre que sea posible, debemos favorecer que el trabajador pueda
alternar y cambiar sus posturas de trabajo (alivio de la carga física
estática).
Un aspecto
peculiar en el diseño ergonómico de los puestos y lugares de trabajo es que
deben ser consideradas otras necesidades del ser humano; concretamente, la
necesidad de mantener distancias interpersonales adecuadas es un elemento que
contribuye a determinar el espacio de trabajo requerido.
Este aspecto
cobra mayor importancia en las actividades sedentarias, como es el caso de los
típicos trabajos de oficina.
Cada persona
necesita disponer de un espacio en torno a ella, que se proyecta más allá de
sus dimensiones físicas. Si este espacio es invadido por otros, se pueden
producir reacciones de rechazo, agresividad y malestar.
La extensión de
este espacio no es siempre la misma, depende de la situación y del tipo de
relación mantenida con las otras personas.
A la hora de
establecer la separación adecuada entre los ocupantes de los puestos existentes
en una misma sala, es recomendable respetar la distancia social en su fase
cercana.
Las alturas del plano de trabajo, superficies de trabajo, holguras, alcances y ajustes en ambas posiciones atienden a parámetros habitualmente ya calculados y representados en distintas tablas. La altura del plano de trabajo debe ser elegida en función del tipo de tarea realizada. En general, el plano de trabajo debe situarse aproximadamente a la altura del codo del usuario.
Las alturas del plano de trabajo, superficies de trabajo, holguras, alcances y ajustes en ambas posiciones atienden a parámetros habitualmente ya calculados y representados en distintas tablas. La altura del plano de trabajo debe ser elegida en función del tipo de tarea realizada. En general, el plano de trabajo debe situarse aproximadamente a la altura del codo del usuario.
ALTURA DE PLANO DE TRABAJO (de pie o sentado), SEGÚN
TAREAS
Prevención: diseño equipos de trabajo
Dentro del sistema
silla/mesa debe prestarse una atención especial a la silla de trabajo.
Existen una serie de requisitos generales de diseño ergonómico que debe reunir
toda silla de trabajo.
Las partes con
las que pueda entrar en contacto el usuario deben estar diseñadas de manera que
no produzcan lesiones ni originen deterioros en los materiales de trabajo. En
particular, todos los bordes, esquinas y salientes deben estar adecuadamente
redondeados. Los dispositivos de regulación y los elementos móviles deben estar
diseñados para que no se puedan accionar o mover de forma accidental.
Todas las
superficies del mobiliario con las que deba permanecer en contacto el usuario
deben estar construidas con materiales de baja transmisión térmica (evitar el
empleo de superficies metálicas).
Otro aspecto de
interés es el que concierne al recubrimiento de los asientos y respaldos de las
sillas de trabajo, este recubrimiento debe ser permeable al aire y al vapor de
agua, así como permitir su limpieza periódica sin deteriorarse.
Las máquinas son
otro elemento fundamental en los procesos productivos. En función de su nivel
de automatización, la intervención humana en las máquinas puede ser muy diversa
(desde continua hasta la simple supervisión). El “diálogo” hombre-máquina se
materializa en los dispositivos de información (indicadores o señales) y los
dispositivos de control (mandos).
Los métodos de presentación de información
se basan
prioritariamente en los sentidos de la vista y el oído, eligiéndose uno u otro
en virtud del tipo de información y el contexto de trabajo.
En los
indicadores visuales (dispositivos de información visual), la información
ofrecida ha de verse, leerse y ser entendida (inteligible). Lo primero (visible
y legible) se consigue con una adecuada ubicación en el campo visual del
trabajador y un tamaño suficiente, aparte de poderse usar los colores. Por
último, una adecuada selección del dispositivo, y con la formación suficiente
del que tiene que leerlo.
Los mandos o controles
Permiten actuar
sobre la máquina y su proceso y vehiculizan la respuesta del trabajador. La
respuesta es una acción motora, por lo que habrá que facilitarla tanto en su
accesibilidad (alcances) como en su potencia o fuerza, así como en su rapidez y
precisión.
Contando con todo ello, disponemos de diversas
elecciones, ejemplos:
Otro equipo de trabajo lo constituyen las herramientas y las máquinas-herramienta.
Son el primer
objeto de ayuda al trabajo creado por el hombre y ya desde sus albores tienen
un diseño ergonómico intuitivo. Su diseño ha de enfocarse a la funcionalidad,
bien con energía propia de funcionamiento, bien por aprovechamiento de la
energía humana, en este caso, con criterios antropométricos (adaptados a las
dimensiones humanas, mayoritariamente las de la mano) y biomecánicos
(aplicaciones de fuerzas, palancas).
Prevención: diseño del entorno de trabajo
Este apartado tratará
sobre el diseño del entorno de trabajo entendido como Factores
medioambientales:
CALIDAD DEL AIRE INTERIOR
En la práctica
lo que se pide, es que el aire que se respire además de no presentar ningún problema
para la salud, resulte fresco y agradable.
CONDICIONES TERMOHIGROMÉTRICAS
El objetivo es
el estado de satisfacción con las condiciones de temperatura y humedad,
facilitando el balance térmico sin necesidad de sudar y evitando el disconfort
térmico local.
CONDICIONES ACÚSTICAS
Sabiendo que el
ruido se genera en puntos concretos (focos), es en los focos donde debe
atajarse el problema, evitando su producción. En ocasiones, esto no es factible
o no es suficiente, por lo que la forma de disminuir el nivel de ruido es
colocar obstáculos entre el foco y el individuo, obstáculos capaces de absorber
parte o toda la energía acústica.
CONDICIONES DE ILUMINACIÓN
Las ventajas de
la luz natural, en relación con la obtenida de forma artificial, hacen
recomendable su empleo en los puestos y lugares de trabajo siempre que ello sea
posible. Al ahorro energético obtenido con su empleo se añade la calidad de la
luz solar: capacidad de reproducir fielmente los colores, tonalidad, ausencia
de parpadeos, etc.